Bajo la tutela de Tano, las Águilas jugaron 3 semifinales, pero no pudo superar esta en Liguilla.
En un ejercicio de autocrítica y decoro Fernando Ortíz se despidió del banquillo del América inmediatamente después de la eliminación ante Chivas en las semifinales del presente torneo; con este acto el estratega se asume como máximo responsable del fracaso no solo de esta ocasión, sino de todo su ciclo con las Águilas pues en tres liguillas disputadas no pudo jugar ni una sola final, siempre serán eliminados en semis.
Decir que la gestión de Tano fue mala es absurdo e injusto, su labor como timonel Azulcrema durante las fechas regulares fue más que sobresaliente. Desde su llegada como técnico interino, Ortíz fue capaz de motivar y sacar el máximo potencial de sus pupilos tanto individual como colectivamente y la evidencia es que en sus tres torneos su equipo siempre estuvo entre los cuatro mejores de la tabla general.
Fernando, en números fríos, es un entrenador ganador ya que en 57 partidos consiguió 33 victorias, 14 empates y solo 10 derrotas. El punto más fuerte de este América fue en definitiva la ofensiva, en el Apertura 2022 los delanteros de Coapa anotaron 38 goles, mientras que en este Clausura 2023 fueron 34 anotaciones. Desafortunadamente en los momentos en los que más se necesitaba confiar en el poder de los atacantes, Tano decidió apostar por juegos ofensivos que no tenía dominados.
Al DT de 45 años le faltó experiencia para enfrentar duelos de eliminación directa donde el manejo de partidos debe ser quirúrgico si pretendes dejar de ofender para guardar un resultado y no pudo transmitir serenidad a sus jugadores para evitar accidentes como el de Álvaro Fidalgo. Aún con esos errores Fernando Ortíz tuvo un último gran acierto, desviar tanta atención mediática como fuera posible de los jugadores.
En el Nido ya se trabaja para seleccionar un nuevo entrenador, quién tendrá la encomienda mínima de llegar a semifinales en su primer torneo y buscar el título en los subsecuentes, porque en esta institución no basta un buen técnico en los números, se necesita uno que sepa ganar, golear y gustar.