El primer gran examen de Diego Cocca al frente de la Selección Mexicana fue un fracaso ante el odiado rival deportivo.
La rivalidad más añeja de Concacaf nos presentó una nueva edición en la que, como en los últimos años, la Selección de los Estados Unidos se impuso sobre su similar de México en el Final Four de la Nations League en el Allegiant Stadium, de Las Vegas. En este partido se presenciaron momentos que no comulgan con los valores del deporte.
Durante el primer tiempo ambos equipos se adaptaron para presentar un juego muy físico, con mucha ida y vuelta en donde cada ataque estadounidense ponía a trabajar a Guillermo Ochoa, mientras que el conjunto azteca llegaba hasta el área grande sin poder generar ocasiones de verdadero peligro en la portería rival.
Al minuto 36 una serie de desatenciones por parte de la zaga defensiva mexicana dejaron el balón en el área grande donde Christian Pulisic disparó cruzando la esférica para vencer al guardameta y poder poner el marcador en favor de su equipo. El resto de la primera mitad el Tricolor no pudo reaccionar y se fueron al descanso con el resultado en contra.
En la segunda tiempo, los dirigidos por Cocca, iniciaron con muchos bríos y tan pronto como el árbitro Iván Barton reanudó las actividades, sin embargo, en el primer contragolpe del equipo de B.J. Callahan, al minuto 46, Weah a máxima velocidad llegó hasta los dominios de Ochoa y asistió a Pulisic para poner el traumático 2 a 0 en los cartones del Clásico de la Concacaf.
Los futbolistas de la Verde no pudieron mantener la estabilidad emocional y comenzaron un juego agresivo con muchas faltas, los de las barras y las estrellas respondieron con la misma violencia hasta que al 70 se detonó una bronca derivada de una patada de Montes a Balogun. Gracias a esto ambas escuadras perdieron a un elemento, Montes y McKinne fueron los expulsados.
El encuentro siguió y al 77, Ricardo Pepi sentenció el partido con la tercera y última anotación de esta semifinal. Pese a que las redes ya no se movieron los ánimos no se contuvieron y con el cronómetro en el minuto 85 una nueva pelea entre Gerardo Arteaga y Sergiño Dest, quienes se ganaron la tarjeta roja.
La frustración del campo permeó hasta las gradas quienes entonaron el grito prohibido en tres ocasiones a los despejes del portero Matt Turner, además de lanzar y objetos en los últimos minutos del encuentro hasta que por fin el árbitro salvadoreño pito el final del encuentro.
La Selección Mexicana tendrá que jugar el domingo por el tercer lugar del torneo el próximo domingo para después enfrentar la Copa Oro, por lo que el trabajo de Diego Cocca tendrá que ser más que intensivo para corregir lo exhibido.