UNA DE LAS MAYORES CRÍTICAS DE REALIZAR EL MUNDIAL EN TERRITORIO CATARÍ ES EL TEMA DE LAS LIBERTADES Y DERECHOS DURANTE EL EVENTO ENTRE OTROS ASPECTOS
Estamos a prácticamente dos semanas de que se realice el mundial de Catar, en lo que será un suceso histórico para esa región, un sitio muy interesante y complejo al mismo tiempo, sobre todo por el tema de los derechos y libertades para ser un migrante o ciudadano en ese sitio.
Durante meses se ha denunciado en diversos medios de toda índole, los malos tratos y la mano de obra barata hacia los obreros que realizan diversas labores en los estadios bajo una nómina poco redituable y unas reglas bastante estrictas sobre hábitos, deberes y comportamientos durante el trabajo.
Esto ha hecho que diversas voces y organizaciones gubernamentales cuestionen los derechos humanos prácticamente inexistentes en ese territorio que sobre todo están sujetos a aspectos religiosos complejos de comprender.
Para toda la gente de occidente que vendrá al mundial, le será difícil adaptarse a los códigos de conducta de aquel sitio, pero espero que pueda haber una sana convivencia por el bien del evento.
Varios obreros trabajan en la construcción de una carretera en Doha.
Mientras tanto, pienso que las denuncias en contra de estas arbitrariedades y agravios hacia los obreros no deberían pasar inadvertidos para ninguna organización o ciudadano migrante de ese país ya que ese trato para cualquiera es poco ético e inhumano.
Todos estos aspectos han hecho que diversos jugadores de renombre como Toni Kroos, hayan rechazado su convocatoria por jugar un mundial de futbol en aquel país; o la selección de Noruega que protesto reiteradamente por los tratos hacia los obreros durante su clasificación al mundial.
Finalmente, de acuerdo con cifras oficiales cerca de pocos más de 6.500 obreros migrantes han fallecido por las pésimas condiciones laborales en la construcción de los estadios; este es un punto álgido que tiene que resolverse tarde o temprano por encima de los intereses creados a este acontecimiento.
Vista de la construcción del Estadio Internacional Jalifa en Doha.
Fotos: EFE // Reuters
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