El piloto neerlandés es uno de los mas conocidos mundialmente pero también es uno de los menos queridos por los aficionados.
Max Verstappen es el actual campeón de la Fórmula 1 y también el nuevo monarca de la antipatía, incluso dejando fuera de la contienda al británico Lewis Hamilton. El neerlandés no está en la F1 para hacer amigos y eso está claro desde que llegó en el 2015.
Su número de 'haters' ha ido en aumento en los últimos años, aunque también uno de los motivos es que se ha convertido en uno de los máximos ganadores y monarcas de la F1. No es casualidad que tanto Lewis como Max, su club de detractores crezca cuando están en el mejor momento de sus carrreras.
En el caso del neerlandés nacido en Bélgica, ha conseguido una antipatía con los aficionados, rivales e incluso compañeros gracias a sus actos y su poco interés de afectividad y apoyo hacia ellos, al igual que sus actos fuera de la pista.
Es muy sabido que la mayoría de neerlandeses suelen ser muy directos, sin filtros y hasta fríos en sus acciones y declaraciones algo que suele repercutir en algunas personas. Verstappen no es la excepción y es un claro ejemplo de ello.
La enemistad y la acción polémica por parte de Verstappen en una de las últimas carreras contra el mexicano 'Checo' Pérez fue uno de los motivos que detonó para que se convirtiera en el nuevo campeón antipático. Su poco compañerismo, su arrogancia, conductas polémicas y comentarios le agregan acidez a su personalidad. Esta forma de ser del neerlandés no admite juicios intermediarios, lo amas o lo odias.