Algunas de las mejores historias de la pantalla grande llevan relación con el football americano.
El cine y los deportes se han sabido vincular exitosamente en más de una ocasión, particularmente el football americano es uno de los consentidos de Hollywood para contar historias propias del juego o utilizándolo como catalizador para comunicar algo de mayor emotividad o complejidad.
Por ese motivo y que estamos en la semana previa al Super Bowl LVII, próximo a disputarse este domingo 12 de febrero entre Philadelphia Eagles en contra de Kansas City Chiefs, preparamos un top 5 de películas para entrar en "Modo Super Bowl".
5. Invencible (Invincible, 2006)
Esta película dirigida por Ericson Core nos cuenta la historia de Vince Papale, un profesor y cantinero de 30 años, que decide buscar su sueño de jugar profesionalmente en la NFL. Es la clásica historia del "sueño americano", llena de emotividad.
4. La decisión final (Draft Day, 2014)
El deporte afecta más vidas de las que podemos imaginar y este largometraje de Ivan Reitman, lo representa contando cuál es la labor del gerente general de Cleveland Browns y como sus decisiones afectan no solo a la franquicia.
3. Pequeños Gigantes (Little Giants, 1994)
Rivalidad entre hermanos, marginados contra populares y conflictos entre un padre y su hija son algunas de las tramas que se resuelven en este filme familiar de Duwayne Dunham gracias al juego.
2. Golpe Bajo (The Longest Yard, 2005)
Adam Sandler estelariza y produce este remake de "The Longest Yard" de 1974, esta vez bajo la dirección de Peter Segal. Una divertida comedia que retoma los valores de unión del juego, con bromas puntuales y el humor ligero, característico de Sandler.
Menciones honoríficas.
Algunas otras opciones que no pueden faltar en un maratón son: Un sueño posible (The Blind Side, 2009), Un domingo cualquiera (Any Given Sunday ,1999) y Los Suplentes (The Replacements, 2000)
Fotos: SensaCine
1. Duelo de Titanes (Remember the Titans, 2000)
Boaz Yakin nos presenta la historia de cómo un equipo colegial se convierte en el símbolo más grande de fraternidad en los Estados Unidos durante los años 70's, dejando de lado prejuicios raciales y demostrando que en aspectos sociales el deporte juega un papel fundamental.